jueves, 27 de diciembre de 2012


PROYECTO DIDÁCTICA "MUJERES ADOLESCENTES MALTRATADAS"


Alguien que disfrace mis dias malos y los convierta en buenos. 


Que no se enfade si no me entiende. Si no lo me entiendo y lo mareo.

Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer.

Que no de por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude.

Que no me haga sufrir porque sí, pero que no me venda amor eterno manoseado...

Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano.

Que no me compre con regalos, pero que tenga mil detalles de papel.

Que no le guste verme llorar y me haga reir hasta cuando no tengo ganas.

Que de vez en cuando decida perseguirme en los bares y conocerme otra vez.

Que me mire, lo mire, y me tiemblen las piernas sin remedio... 

Alguien que esté loco por mi, y no se le olvide decírmelo los días de resaca.

Que si se pone animal, sea solo en la cama.

Que me mate a besos por la mañana.

Que invente nombres nuevos para despertarme.

Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ria de mis celos de hojalata.

Y sobretodo que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado...




El colectivo que influye en el proyecto que realizamos compañeros de clase y yo, es el colectivo de mujeres maltratadas. Actualmente es un tema con bastante relevancia mediática debido a la conocida liberación de la mujer. Por ende se entiende que el maltrato a la mujer o violencia de género es un hecho que siempre ha existido en nuestra sociedad.  En este último siglo el movimiento feminista, buscador de la igualdad entre hombres y mujeres, junto a otros ha ayudado a conseguir la equidad entre ellos y han evitado una educación sexista para los niños. Por esto hoy día hay mucha información y propuestas para luchar contra un mal como es la desigualdad entre hombres y mujeres. 
En concreción, el grupo de incidencia objetivo  son las mujeres adolescentes maltratadas (14-19 años de edad), debido a la problemática en extensión del maltrato entre las 

parejas jóvenes.

En nuestra tarea de sensibilización y  prevención dirigida a los/las adolescentes que están construyendo un vínculo con el proyecto de  vivir juntos, hay que tener en cuenta que una persona no es violenta de la noche a la mañana,  existen actitudes que son síntomas que, detectados, pueden evitar situaciones de riesgo o futuras uniones más difíciles, como la convivencia o el casamiento. Pero para poder analizar estas actitudes es indispensable separar el amor de la posesión, donde el factor de los celos abusivos suele ser confundido con un positivo exceso de cariño.  La violencia es una conducta aprendida, previa a la formación de la pareja y no cambia espontáneamente por la voluntad o las promesas. Lo que sucede es que a veces las personas involucradas no se reconocen  como  inmersas  en  un  cuadro  de  violencia,  pues 
muchas  de  sus    características coinciden con el perfil tradicional de las antiguas familias en las que un varón ejercía el poder absoluto sobre los demás miembros, naturalizando la violencia y ocultando dentro de la organización familiar y el contexto social el problema.

Ahora vemos esta situación como una de las formas en que se naturalizó la violencia sufrida por la mujer y quedó oculta dentro de la organización y contexto social en el curso de la historia. 
La violencia contra la mujer es un problema social que debería ser reconocido por toda la comunidad y que sin embargo históricamente ha sido tomado con indiferencia o incredulidad.
Las razones son múltiples y entre ellas se cuenta el hecho de que reconocer la violencia significa desbaratar los cimientos de una cultura arraigada donde la mujer debe soportar los abusos de su pareja; es por este motivo que esposas, novias y compañeras sufren en silencio hasta las consecuencias más fatales. Sin embargo los tiempos parecen estar cambiando y, afortunadamente, cada vez son más las personas que se animan a  romper el silencio.
Este proyecto ha sido uno de los trabajos más positivos para nosotros, a pesar de haber tenido un pequeño inconveniente, como es el de no haber podido tener contacto directo con jóvenes maltratadas aunque sí que hemos podido conseguir un caso real por escrito por parte de un trabajador social.
Por otro lado, no nos ha resultado del todo tan complicado puesto que nos han aportado una parte información la Asociación para la prevención y atención a la mujer maltratada (A.P.A.M.M) , donde nos atendieron muy bien, con cercanía y nos facilitaron gran diversidad de recursos.


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